El Ragnarok
Los dioses votan la extinción de los humanos por unanimidad en el Consejo del Valhalla. Pero Brünnhilde, la mayor de las hermanas valquirias, alza su voz en oposición.
Un adversario a la altura
Lü Bu, el gran guerrero de la dinastía Han, sorprende a todos al demostrar su valía frente al dios nórdico Thor en la primera ronda de la batalla de Ragnarok.
El golpe maestro
Para darle ventaja a Lü Bu en su pelea contra Thor, Brünnhilde invoca a su hermana Randgriz y le pide que se transforme en un arma divina: la Destructora de Escudos.
Alegría
El poderoso ataque Martillo de Thor Geirröd destroza las piernas de Lü Bu. Pero el fiel caballo del guerrero, Liebre Roja, aparece justo cuando apenas quedaba esperanza.
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El elegido para participar en la siguiente ronda es el padre de la humanidad y el hombre que más odia a los dioses de todo el universo: el mismísimo Adán.
Una gran imitación
Zeus insiste en enfrentarse a Adán, que se alía con la valquiria Reginleif para hacerse con un arma de lo más peculiar: un puño americano.
Expulsados del paraíso
Cuando parece que Adán va a darles a los humanos la victoria que tanto ansían, Zeus reúne sus fuerzas para preguntarle a Adán la verdadera razón por la que está luchando.
Lleno de gracia
Zeus se ha transformado en su forma final y más poderosa. Pero, después de la paliza que ha recibido, es posible que no aguante mucho más en esta pelea.
El tirano del océano
La humanidad está desesperada por ganar el próximo combate, pero el dios al que se enfrentan es uno de los más impresionantes de todos: Poseidón.
El gran perdedor
Kojiro Sasaki usa su portentoso movimiento Tsubame Gaeshi para acabar con Poseidón... pero el dios del mar no se va a hundir tan fácilmente.
La golondrina se asoma al abismo
La espada rota de Kojiro se transforma en dos gracias al poder de la valquiria Hrist, lo que le permite sacar provecho de lo más profundo de su fuerza interior.
Y el Ragnarok continúa
Pese al movimiento con dos espadas Niten Ganryu de Kojiro, los potentes ataques de Poseidón continúan debilitándole. Pero la batalla todavía no ha terminado.
El bien contra el mal
Los dioses están decididos a impedir que los humanos ganen la siguiente ronda, así que su representante en el siguiente combate no es otro que el gran héroe Hércules.
El indomable dios de la guerra
Los espectadores se dan cuenta de que los tatuajes de Hércules se están haciendo cada más grandes. Si siguen creciendo, el héroe sufrirá una muerte dolorosa.
El nacimiento de un monstruo
En el Londres de finales del siglo XIX, el pequeño hijo de una prostituta tiene un don especial que lo ayuda a sobrevivir en el entorno de pobreza en el que nació.
El último trabajo
Aunque ha perdido el brazo izquierdo, Hércules se mantiene firme y reúne la fuerza necesaria para acometer el Duodécimo Trabajo.
Réquiem
Un cuarto asalto brutal lleva a los dos combatientes al límite. Cuando uno finalmente se proclama vencedor, el anuncio no inspira alegría ni celebraciones.
Motivos de conflicto
Para aprovechar la buena racha de la humanidad, Brünnhilde visita al colosal Tameemon Raiden, el luchador de sumo más fuerte de la historia.
Cien sellos
Para enfrentarse a Tameemon Raiden sube al ring de sumo el dios de la destrucción, el mismísimo Shiva.
El pináculo de los 1116
Años atrás, Shiva vivió muchos días felices con su mejor amigo Rudra... hasta que este le pidió que lo acompañara en un viaje a la cima del mundo.
Resonancia
De pequeño, Raiden tenía que reprimir toda su fuerza para no hacer daño a los demás. Pero ahora no puede contenerse si quiere ganar esta batalla.
El umbral
El combate llega a su fin. Zeus está impresionado por el increíble espíritu de la humanidad... así que va a asegurarse de que los dioses consigan la victoria definitiva.
Episodio 11
Episodio 12
Episodio 13
Episodio 14
Episodio 15
Prólogo: Recuerdos
Mientras la humanidad celebra el resultado de la sexta ronda, los dioses se inquietan. Brünnhilde y Hermes reflexionan sobre las batallas anteriores y la fortaleza de los humanos.
Lucha de monarcas
Los dioses ansían una victoria y Hades se ofrece para vengar a su hermano. La humanidad envía a Qin Shi Huang. El escenario está listo para un combate apoteósico entre reyes.
Chi You
Qin Shi Huang unifica China y luego sube solo al monte Tai para ponerse a prueba frente al dios demonio Chi You. Allí domina el arte marcial definitivo.
Una promesa y un juramento
Qin Shi Huang vive una infancia marcada por la hostilidad. Pero, con el tiempo, encuentra la felicidad en la estrecha relación que entabla con su estricta cuidadora.
El orgullo del rey de Helheim
La séptima ronda se intensifica. Hades se raja el pecho y tararea mientras la sangre brota y dota de nueva fuerza a su arma divina.
El regreso del rey
Qin Shi Huang está al borde de la muerte, pero saca fuerzas de Alvitr y vuelve a desatar la Fuerza del Fénix. Hades prepara su lanza para el golpe de gracia.
Satán
En la octava ronda, los dioses eligen a Belcebú, el dios que ha maldecido Satán. Aunque todos le han dado la espalda, en su día tuvo tres grandes amigos que forjaron su destino.
La luz contra la oscuridad
Mientras se enfrenta a los poderes de Belcebú, que aprovechan la vibración, Tesla los reconoce como una forma de ciencia y contraataca con toda la fuerza del ingenio humano.
Una maldición y una oración
Tesla atrapa a Belcebú en la Zona Gematría y recurre al Paso Tesla, pero su adversario aprende a neutralizar el ataque. Los dioses esperan salir triunfantes, pero...
El traspaso del testigo
Belcebú ataca con la técnica prohibida de Helheim, pero Tesla sigue en pie y, en el punto álgido del combate, recuerda a su hermano cuando era un niño.
Evolución
Tesla está muy maltrecho, pero no se rinde: pone a Belcebú contra las cuerdas y lo obliga a defenderse. La batalla entre ciencia y mitología alcanza el clímax.
El dios del sol y el héroe rebelde
El siguiente guerrero de los dioses es Apolo, el radiante dios del sol. El rey Leónidas de Esparta representa a la humanidad. Empieza la novena ronda y ninguno cede un ápice.
Batalla de egos
En el pasado, el rey Leónidas de Esparta desoye las profecías de Apolo y se va a la guerra. Ahora que su orgullo está en juego, propina al dios un golpe definitivo.
Conócete a ti mismo
Alentado por su férrea determinación, Leónidas derriba a Apolo. Cuando este se levanta, ensangrentado, muchos dioses se mofan de su orgullo, pero Zeus y Ares reconocen su mérito.
Combate entre almas
Los dos guerreros, moribundos pero en pie, reconocen el valor del otro. Leónidas transforma su escudo y avanza mientras Apolo empuña su mítico arco.